Nuevamente: aplauso a tu obra! Eika, llevas en tus letras, una forma tan breve y tan poética de expresarte, que las imágenes cobran vida! Y nacen historias!
Porque ahora puedo ver a ése banco rojo, mostrando su espalda y perdiéndose en el bosque… … Y dos, fueron los jóvenes que sentaron en su falda. Y ya no tan jóvenes, descubrieron los besos. Y se enamoraron. Y cuando la vida se les hizo vieja; recordaban lo que alguna vez fueron...
Y luego de algunos añitos más, por esas cosas de la vida, ella se alejó.
Él, tanto tanto la lloró, que en el océano de su lágrima, se ahogó.
Y una tarde de otoño, sobre una nube pasajera,los dos perdidos viejitos, volvieron a encontrarse.
Él pintó un banco rojo y la invitó a sentarse. Y poco a poco, beso a beso… volvieron a ser..., lo que alguna vez fueron.
11 comentarios:
como una danza que sigue los movimientos ondulantes
en ritmo parejo
si te acercás / me acerco.
Será verdad que el amor también tiene sus máximas...
Qué triste luego cuando en la distancia miramos hacia atrás, intentando encontrarnos en los bancos vacíos del recuerdo.
ojalá nadie tuviera que pedirnos que no le olvidáramos.
ojalá que nadie se fuera.
y al final...
... sólo queda ese "ojalá" retorciéndose en los hilvanes de tu boca.
Gracias por seguir, Eika. Gracias por dejarme volver.
un abrazo enorme, y de corazón.
Paula, Qué hermosas palabras! qué bella imagen.
Un beso gigante.
--
Lágrima, Todo es posible... Hasta volver a sentarse en el banco y esperar.
Un abrazo!
--
Gracias a ti, guapa... por volver siempre certera, precisa.
Otro abrazo de igual magnitud para ti.
Nuevamente: aplauso a tu obra!
Eika, llevas en tus letras, una forma tan breve y tan poética de expresarte, que las imágenes cobran vida! Y nacen historias!
Porque ahora puedo ver a ése banco rojo, mostrando su espalda y perdiéndose en el bosque…
… Y dos, fueron los jóvenes que sentaron en su falda.
Y ya no tan jóvenes, descubrieron los besos.
Y se enamoraron.
Y cuando la vida se les hizo vieja; recordaban lo que alguna vez fueron...
Y luego de algunos añitos más, por esas cosas de la vida, ella se alejó.
Él, tanto tanto la lloró, que en el océano de su lágrima, se ahogó.
Y una tarde de otoño, sobre una nube pasajera,los dos perdidos viejitos, volvieron a encontrarse.
Él pintó un banco rojo y la invitó a sentarse.
Y poco a poco, beso a beso…
volvieron a ser..., lo que alguna vez fueron.
Leanro, Muchísisisimas gracias, qué lindas palabras! Hermoso lo que expresas.
Un abrazo fuerte!
es una amenaza?
hola niña, estoy regresando...poquito a poco
besis
Vanyz, qué bueno que vuelvas!, a tu ritmo, seguimos por acá... No es una amenaza, una torpeza más bien jeje.
Un besote!
quermos nuevo post!
(esto si es amenaza (6))
JGTV, ya pues ya pues :P
Hola! Muchos abrazos!
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